sábado, 4 de diciembre de 2021

Siete características de un buen comunicador

Un buen comunicador nunca debe emitir juicios antes de conocer la situación, pues esto lo llevará a dar mal la información de lo acontecido.

Comunicar no solo se trata de dar grandes discursos o tener la capacidad de hablar frente a las multitudes sin ponerse nervioso, va más allá de la acción como tal, que es intercambiar información entre dos o más personas con la finalidad de transmitir o recibir un mensaje, y hay algunas habilidades que harán que el impacto de este sea retenido en tu audiencia o no.

Estas son algunas de las habilidades que debe tener quien aspira a ser un buen comunicador.

1.   Manejo de emociones. Tener la capacidad de manejar las emociones en lugar de permitir que éstas lo dominen a uno, es un punto clave para ser un buen comunicador.  Esto implica no mostrar enojo, aunque algo sea molesto, no entrar en desesperación o perder los estribos ante una situación que se está saliendo de control.

2.   Capacidad de enfoque. Si quieres ser un buen comunicador, ya sea para hablar o para recibir información, necesitas olvidarte de ser multitasking y poder concentrar toda tu atención en el momento y en cada situación.

3.   Aprender a escuchar. A menudo se comete el error de creer que un comunicador solo está destinado a hablar y en hacerse escuchar por su audiencia, y no a escuchar, por lo que el canal de comunicación se rompe. Para ser un buen comunicador debes aprender a escuchar, de esta forma obtendrás la retroalimentación que te permitirá ampliar tu punto de vista.

4.   Evitar hacer juicios. Dar algunas situaciones por hecho o juzgar a las personas es uno de los más graves errores que cometen los comunicadores, pues esta acción conlleva a dar mal la información y evitar hacer un análisis objetivo de la situación. Lo mejor es mantener la mente abierta.

5.   Ofrecer retroalimentación. Esto implica escuchar lo que alguien más te está diciendo, ser empático para que la audiencia sepa que te interesa. Puedes hacer preguntas, repetir algunos puntos importantes tocados por tu interlocutor u ofrecer algún consejo.

6.   Comunicación no verbal. Tu postura y gestos pueden expresar inconformidad o nerviosismo, o por el contrario, seguridad y calma. Sé congruente con lo que dices y lo que dice tu cuerpo.

7.   Asertividad. Expresa lo que sientes y piensas de manera sincera, siempre respetando a los demás. Para ser asertivo, es importante que valores la opinión de los demás tanto como la tuya, y que aprendas a expresarla de manera respetuosa. Asimismo, ser asertivo significa aprender a decir “no” cuando sea necesario.
 
Daniel Díaz Abarca

sábado, 24 de abril de 2021

Entropía mental

La entropía psicológica es un concepto adoptado de la termodinámica que simboliza una interesante metáfora sobre la que reflexionar. Hace referencia a ese nivel de incertidumbre que nos rodea y que de algún modo tiende a desordenar o a traer cierto caos a nuestras vidas. Saber adaptarnos o manejar ese grado de desorden es casi una obligación a día de hoy.

Admitámoslo, si hay una serie de términos que nos acompañan últimamente son, por ejemplo, “tiempos inciertos”, “incertidumbre laboral”, “futuro incierto” … Lejos de acostumbrarnos, procesamos este conjunto de palabras con marcada angustia y relativa frustración. Al cerebro no le gusta la incertidumbre, él necesita certidumbres y tener una buena sensación de control.

Sin embargo, ahí tenemos la teoría del caos, que nos recuerda que en nuestra realidad, siempre hay un espacio para el azar o lo imprevisible y que, aun asumiendo un gran control sobre cada variable de la vida, es imposible predecir qué puede suceder mañana. Por tanto, estamos casi obligados a hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuánta incertidumbre podemos aceptar? 

Daniel Díaz Abarca.